viernes, 9 de enero de 2009

Sobre el Comité de Pergamino.

El Comité de Pergamino fue intervenido en el año 2007 como resultado de su seguidismo a las decisiones del intendente Héctor ¨Cachi¨ Gutiérrez.
Esa obsecuencia del comité pergaminense ante la conducción real ejercida por Gutiérrez resultó en el aislamiento de Pergamino en relación al radicalismo nacional y provincial. Así el comité distrital se convirtió en un mero lugar de enjuague de las elucubraciones del intendente, con una mesa y un plenario del comité mayoritariamente conformados por empleados y funcionarios municipales. Esta situación llevó a que en las elecciones del 2003 y 2005 los comités presididos por Carlos Ferreyra y Hugo Tamer respectivamente no hicieran campaña para el radicalismo ni se opusieran al corte de boleta inducido por Gutiérrez a favor suyo y en contra del partido.
En el periodo 2003-2007 el radicalismo de Pergamino se vio reducido al rol de socio ciego y mudo en el partido local inventado por el intendente, la Integración Cívica Pergaminense.
En las elecciones de 2007 el comité de Pergamino siguió una vez a más a Cachi en su postura de desconocer la alianza y la fórmula presidencial aprobada por la Honorable Convención Nacional de la UCR.
Gutiérrez con la cobardía y especulación que lo caracterizan resolvió ser parte del armado kirchnerista como forma de garantizarse la re-reelección y el comité local se preparaba para acatar con la pasividad de los súbditos más obedientes.
La estrategia gutierrista era que no hubiera lista local del radicalismo.
Solo que no contaron con que esta vez la UCR reaccionaría ante la serie de traiciones, deserciones y defecciones cometidas por estos auténticos destructores del radicalismo y sus lacayos.
La UCR de la Provincia de Buenos Aires declaró la intervención del Comité de Pergamino y de otros distritos en circunstancias similares. De la misma manera que el Comité Nacional lo hizo en provincias donde sus conducciones se disponían a atar al partido como furgón de cola del proyecto del matrimonio Kirchner.
Tanto Gutiérrez como sus allegados desconocieron la intervención, tratando de intimidar a los interventores y al Presidente del Comité de la Provincia con una muchedumbre convocada a tal efecto en la puerta del comité que les impidió la entrada.
Los interventores debieron convocar a un escribano y a un cerrajero para poder ingresar al comité.
Por disposición de Gutiérrez las autoridades intervenidas realizaron una presentación judicial por medio de un abogado de la Municipalidad.
Hicieron una sobre exposición del tema en los medios de comunicación mostrándose como víctimas y acusando de fascismo a la UCR provincial.
Cuando la intervención se hizo cargo del comité de Pergamino se encontró con que los fondos de la UCR local que ascendían a una cifra cercana a los dieciséis mil pesos se encontraban en una cuenta bancaria a nombre de Tamer y Gatellet presidente y tesorero del comité intervenido. Ante la requisitoria de dichos fondos por parte de los interventores la respuesta fue la permanente negativa.
La mayor parte de este dinero se perdió en la nebulosa y el resto fue gastado en una campaña en contra de la intervención por medio de pegatina de afiches, pasacalles y solicitadas. Y más tarde en la apertura de un local para hacer proselitismo a favor de la re-reelección de ¨Cachi¨ Gutiérrez candidato a intendente de una de las facciones kirchneristas. Es interesante mencionar que en un nuevo acto de provocación el local fue inaugurado a diez metros del Comité de Distrito con el nombre de Ateneo Leandro Alem, con usurpación de la sigla y el escudo partidario. Y que cuando los interventores quisieron hacer la denuncia no encontraron eco ni en la Policía ni en la Fiscalía.
De la misma manera siguieron haciendo uso de los cargos y los símbolos partidarios en cada una de las adhesiones y propagandas a favor de Gutiérrez en los medios de comunicación.
En tanto se olvidaron de informar que la presentación judicial que hicieron en contra de la intervención fue desestimada por el juez electoral por considerar que la Unión Cívica Radical había actuado en defensa de sus legítimos intereses acorde a la Ley Nacional de Partidos Políticos.
La mayoría de los ex integrantes del comité militaron para la candidatura de Gutiérrez y la Concertación Plural. Lo que implicaba apoyar a Cristina Kirchner, Daniel Scioli y sus respectivas listas de legisladores nacionales y provinciales en la que Gutiérrez gracias a su cercanía a los Kirchner logró colar a su Secretario de Gobierno y ex presidente del comité Carlos Ferreyra, quien actualmente integra el Bloque de Senadores Provinciales del Frente para la Victoria.
Tras haber trabajado activamente contra de los candidatos de la UCR pretendieron presentarse en el proceso interno de normalización nuevamente como autoridades del comité local.
La Junta Electoral Provincial de la UCR resolvió hacer lugar a la impugnación a la lista de los testaferros de Gutiérrez quienes como consta en las pruebas documentales presentadas incurrieron en violaciones varias y reiteradas a la Carta Orgánica partidaria, perdiendo su condición de afiliados a la UCR.
Por tal motivo terminada la intervención asumieron las autoridades actuales del comité. Proclamadas como lista única y conformada por todos los sectores que militaron en el 2007 en favor de los candidatos de la UCR en todas sus categorías.
Al otro día de asumir las nuevas autoridades debieron hacerse cargo de la defensa del partido en un juicio laboral iniciado por una señora ex miembro de la Junta Electoral Partidaria local que instigada por las ex autoridades intervenidas aduce haber sido empleada del comité distrital y despedida injustamente.
La demanda supera los veinte mil pesos a un comité partidario que se sostiene económicamente con el aporte de un concejal y los miembros del plenario. Esto es así habida cuenta de que los concejales oficialistas y los funcionarios que aún se dicen radicales se han negado a aportar al partido. En la demanda se presentan como testigos allegados al intendente y empleados municipales, entre ellos Gabriel Gatellet. Todos concientes de que es incompatible desempeñar un cargo partidario y ser empleado del partido. Por lo que no se descarta iniciar acciones por falso testimonio.
Respecto a lo de que este comité no es democrático es otro razonamiento erróneo, sino es lisa y llanamente una mentira. El local partidario ha estado abierto a las actividades e iniciativas de cualquier sector interno o institución partidaria incluidos el Centro de Estudio Arturo Illia y el Instituto Moisés Lebensohn Todos los miembros del plenario han participado de la vida interna de este partido. Ganando y perdiendo, pero siempre acompañando activamente los candidatos del partido tras el proceso interno. Cualquiera que no hubiera perdido su condición de afiliado por traición a la UCR pudo haber participado de las elecciones.
Lo que pasa que es mucho más fácil ser crítico desde la sombra o desde el ciber espacio que comprometerse en la tarea militante de recomponer seriamente a este partido que hoy sigue vivo gracias a la intransigencia de los que no se fueron seducidos por cantos de sirenas.

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